Coviderata
Camina plácidamente en medio del silencio y la quietud, y recuerda la paz que puede haber en la soledad. En la medida de lo posible, sin rendirse, manténgase en buenos términos con su comunidad virtual en línea. Di tu verdad en voz baja y clara, pero también escucha a tu familia y amigos, incluso a los ansiosos y desanimados; ellos también tienen sus historias. Evita a las personas imprudentes e indiferentes, son aflicciones para el espíritu. Si se reúne con otros, puede enfermarse y morir, porque siempre habrá personas más malsanas y antihigiénicas que usted. Permanezca seguro en su propia casa, por el tiempo que sea necesario; es un paso realmente positivo en la virulencia en curso de Covid-19. Tenga cuidado en sus actividades diarias, porque el virus está lleno de engaños. Pero no dejes que esto te ciegue ante el progreso que hay; mucha gente lucha por el bienestar y en todas partes la vida está llena de esperanza. Ir a tu ritmo. Especialmente, no se vuelva complaciente. Tampoco seas cínico acerca de la limpieza, porque frente a todas las enfermedades e infecciones, es tan perenne como las estaciones. Acepte amablemente el consejo de científicos y médicos, entregando con gracia su libertad de movimiento. Fomente el conocimiento para protegerse en su lugar. Pero no te angusties con fantasías. Muchos miedos nacen de rumores y desinformación. Más allá de una rutina diaria consciente, sé amable contigo mismo. Eres un ciudadano del mundo, no menos que los ricos y poderosos; tienes derecho a estar vivo. Y lo tenga claro o no, no hay duda de que su confinamiento se está desarrollando como debería. Por lo tanto, esté en paz con el distanciamiento físico, reconociendo la efectividad de las pautas. Y sean cuales sean sus expectativas para la eventual desaparición del virus, confíe en la fuerza de su determinación. Con todos sus riesgos, fragilidad e inconvenientes, sigue siendo un mundo hermoso. Estar agradecidos. Esfuércese por ser optimista. - Ron Crowcroft